La ministra de Transportes va a Valencia en Falcon a pedir a los valencianos que usen más el autobús

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, viajó este miércoles a Valencia para presidir la inauguración de 6 kilómetros de tramo de carril Bus-VAO. El objetivo de las obras es incentivar a los valencianos a utilizar un método «más sostenible» para sus trayectos, renunciando al vehículo propio en favor del autobús colectivo y así reducir la huella medioambiental. La ministra llegó a Valencia a bordo de uno de los Falcon del Gobierno, que esta misma semana ha anunciado el fin de las ayudas generalizadas al combustible.

Poco más de hora y media. Eso es lo que tarda un AVE en recorrer los 360 kilómetros que separan Madrid y Valencia. Sin embargo, la ministra Sánchez optó por un medio de transporte más rápido y caro para las arcas del Estado como el vuelo privado en el Falcon 900B del 45 Grupo de las Fuerzas Armadas. Y también más contaminante.

El trayecto, según los cálculos técnicos para este tipo de aeronave, supuso unas emisiones de 1,75 toneladas de CO2, con un gasto de combustible de unos 600 euros para un vuelo de apenas media hora de duración. El ahorro en tiempo para la ministra, en comparación con el uso del AVE, ha sido de apenas una hora. Y a eso hay que sumarle el tiempo que suponen las operaciones aéreas de despegue, aterrizaje y aparcamiento.

Se da la circunstancia, además, que Raquel Sánchez acudió a la estación de Atocha -de la que salen los AVE a Valencia- justo antes de trasladarse en su coche oficial a Torrejón para tomar el Falcon. Sánchez visitó Atocha para realizar desde allí una intervención en directo en un programa televisivo de la mañana para publicitar el descuento en transportes propuesto por el Gobierno central.

La ministra acudió a Valencia para presentar esa apuesta de su departamento por la «movilidad sostenible», representada en ese primer carril Bus-VAO de la red de carreteras de la Comunidad Valenciana.

Ecologismo

Según la ministra, esta obra «permitirá que los autobuses circulen más rápido y con mayor regularidad; lo que atraerá a más pasajeros e impactará de manera positiva en el medio ambiente, la seguridad vial y la calidad de vida de los habitantes de Valencia».

Insiste el ministerio en su nota: «En línea con la apuesta por la movilidad sostenible y activa, Raquel Sánchez ha informado de que se abrirá una nueva pasarela entre Alboraya y Port Saplaya en el primer semestre de 2023».

La obra, básicamente, busca incentivar a los valencianos para que utilicen con mayor regularidad el autobús en sus desplazamientos, en la línea del Gobierno de desincentivar el uso del vehículo privado como símbolo elemental de la contaminación y el cambio climático. Un objetivo plasmado en la denominada Agenda 2030.

Posteriormente, la ministra tomó el Falcon de nuevo para volar hasta Pamplona, donde este jueves firma un convenio autonómico para la creación de un corredor ferroviario (también «sostenible») en una zona industrial a las afueras de Pamplona. De ahí, vuelta a Madrid en Falcon.

Sin ayudas

Mientras, el Gobierno de Pedro Sánchez ya ha anunciado que no prorrogará el descuento de los carburantes a 2023 -tal y como avanzó este diario- y lo activará sólo para profesionales de sectores afectados por el alza de los precios de los combustibles, como es el caso de los transportistas, agricultores, ganaderos y autónomos. Una medida que el ministerio de Economía quiere implantar a pesar de que llenar el depósito de un coche de diésel es un 23% más caro que hace un año y de gasolina un 10% -sin tener en cuenta la rebaja de 20 céntimos-.

Según los datos de dieselogasolina.com, el precio medio del diésel se sitúa en 1,588 euros el litro, sin tener en cuenta el descuento de 20 céntimos. Si se considera que el depósito medio de un coche es de 55 litros, la factura final de llenar el tanque de gasóleo en los monolitos de las estaciones de servicio será de 91,41 euros.